jueves, 16 de julio de 2009

La sangre aún me hierve

Y es increíble lo que una canción en un momento dado puede provocar. Ayer, a lado del Mar, en una ría que no es la mía, pero de la que vivo enamorado por cosas como el Pedrón y la Tulla, Josele nos regaló una versión ultra tranquila de esta genial canción que marcó una época de mi vida, y la misma del amigo que me acompañaba. Después de un concierto del que solo esto mereció la pena, de una noche de demasiadas copas y algún que otro cigarro para apagar mi sed de tu carne, después de un par de bailes forzados en una terraza de una bar y esperar para marcharnos a acabar el gyntonic del remordimiento, ese que siempre sobra, ese que te aleja del suelo en la cama y te provoca la resaca al día siguiente, después de eludir la invitación a otro más, una conversación. Una charla entre amigos animándonos y confesándonos. Vale que el porcentaje de alcohol en sangre daba positivo en exaltación de la amistad, pero nada me pareció más grande que contarle por fin a un amigo mi deseo más escondido......



lunes, 13 de julio de 2009

Mejor y peor...

... Francisco, que razón tienes....



martes, 7 de julio de 2009

Tulla



Un mar azul de desolación,
una mirada perdida entre las sombras.
Una sentencia en el corazón de mi consuelo,
una palabra de amor que se estrella en las rocas.
Cada tarde deseo desde esta playa la compañía eterna
y el beneplácito de tu mirada.
Cada mañana desde mi cama el deseo no me deja más opciones
que solicitarte entre mis sábanas.
Cada noche en mi desesperada oración de niño pequeño
pido por que no te rindas a la gris normalidad.
Espero no haberme descuidado tanto,
como para haber olvidado el camino.
Espero que las piedras que me tire tu razón
las pueda soportar con mi cariño.
Espero que desees de nuevo
perderte en la locura del vuelo a gran altura...