martes, 30 de diciembre de 2008

Todavía no sé como decirle adios. Quiero darle una patada, quiero expulsarlo de mi corazón y encerrarlo para toda la eternidad en las celdas más bajas del olvido. Quiero quemarlo en la hoguera que encendí este San Juan en la que vertí todos mis deseos. Quiero que se inunde y se ahogue, que las algas de ese estanque putrefacto que necesito que sea mi memoria se metan en su garganta para que ni muerto pueda gritar y recordarme su existencia. Quiero que vengas tú y hagas lo mismo, que le claves un cuchillo en el corazón y deje de ser para los dos tortura en nuestra ya anclada en el alma amargura. Quiero que después, echemos la llave al mar más profundo y dejemos que la memoria deshaga su trabajo. Quiero que el nuevo, el próximo, el siguiente, el que lleva colmando de ilusión mi corazón por su incipiente llegada, quiero que amanezca puro y sin ataduras, sin odios ni gritos de dolor. Necesito que sea inocente y alvergue en su alumbramiento la ilusión ciega del que no sabe a que atenerse ni de donde extraer los motivos. Necesito que sea limpio como la mañana de verano en que me sentí libre de correr desnudo por la playa, que sus aguas saladas me llenen de energía y su arena me envuelva para protegerme del tacto putrefacto de la duna mojada en el pasado. Necesito que lo destruyas tú también..........

viernes, 26 de diciembre de 2008

Suelo acompañar siempre a mi soledad en sus paseos. Me gusta que mientras divaga en su mundo imaginario, no pierda la postura indómita del que se sabe por encima de los deseos. Es en ese momento, justo antes de recibir lo que nos merecemos y justo después de arrepentirse de lo que nos parecía la mejor idea, cuando le pregunto directamente : "Sole (le llamo así por recuerdo a mi viejo amor). ¿Cuándo pasate de necesaria a dolorosa?. ¿Fuiste en el traspaso en algún momento arma de doble filo?. ¿Por qué eres tan despechada como amante?. ¿Por qué eres tan dura como amor pasado?. Normalmente no me contesta. He de conformarme con saber que me escucha, pero a veces, si el día es frío, y necesita de mi calor para no sentirse desplazada, me susurra al oído que me mantiene expectante. Qué ésta, es su manera de evitar que algún día deje de sentirla. Qué me necesita tanto como yo a ella........

sábado, 20 de diciembre de 2008



"...imagínate un mundo lleno de frío y que el único punto de calor son esas dos bocas enlazadas...... " esto es de Pequeña

domingo, 14 de diciembre de 2008

Copas

Llego al bar, con mis amigos, ellos me acompañan en la salud de la enfermedad y deciden que estarán conmigo esta noche, conmigo hasta el final de las noches. Al principio todo va despacio, como ralentizado por la camara realista, esa que se apaga en cuanto dos gotas suben entre tus venas al cerebro y la ilusión de una sonrisa femenina llega entre los cuerpos de los inertes en el bar. Parece que sí, no, no, está claro que es una confusión. Da igual, mi corazón del pecho está ocupado por pequeñas cosas, el corazón de la cabeza no deja de acordarse de tus palabras, el corazón de las piernas quiere correr para escapar y volver a mi extraterrestre. Después de muchas gotas de lluvia ácida en mi garganta, me encuentro sólo en el centro de mi mundo bailando contigo, a mil quilometros de cerca y a un beso de tu lejanía. Hace un rato que mis acompañantes eternos solo se hacen compañía a ellos mismos y yo sigo ideando la manera de que el oro siga entrando en tu boca, de que la entelequia de tu presencia no se me escape, al menos por esta noche. Hoy dormiré contigo, a mil quilomatros de cerca y a un beso de tu lejanía.....

viernes, 12 de diciembre de 2008

... y que si soy yo el que no quiere saber nada, el que se levanta cada mañana erecto y feliz sin desear mucho más que un desayuno en la cama y la ciencia del pobre padre. Me has atado a la realidad más profunda, a las mentiras más veligerantes, me has escondido el sueño del arlekin loco y ha tenido que venir un angel para que me diese cuenta. Me has drogado, hipnotizado, te has reido de mi mientras dormía y has acabado con la esencia del hombre que residía en mis alas. Pero nunca más. Ólvida que este despojo feliz de serlo un día te amó por que el despojo vuela ahora en primera clase. Ha conocido al piloto y le deja volar a su lado, compartiendo el amor por sus recuerdos y los juegos para distraernos. Tú nunca lo entenderías. Ni si quiera entiendes un mísero verso por que tu ciega verdad, esa que afirma que los ojos son el único organo para ver, y el corazón sirve para sentir, no te deja ser un angel, ni si quiera te mueres en vida para resucitar cada mañana. No eres capaz y no me vas a volver a atrapar en tu cínica existencia. Adios para siempre, me voy a volar...

miércoles, 10 de diciembre de 2008


Ya no es el mismo sentimiento de antes. No sé si me he desacostumbrado o simplemente debo cambiarle el nombre, pero está claro que no es el mismo. Mis manos tiemblan igual, las piernas siguen pareciendo las de otra persona y un ojo no para de temblar mientras el otro descansa. Me despierto en un mar de sudor que la ducha no logra contener hasta en las mañanas mas duras y frías del invierno. Ojalá me dejen compartirlo, aunque sea en la distancia...

domingo, 7 de diciembre de 2008


Era el segundo día que nos veíamos. Me había levantado ilusionado, con una erección que sobrevivía a la resaca y un nerviosismo de niño que va al colegio por primera vez. El día, fue un largo trasiego, una tortura demasiado larga que sólo se soportaba por lo que la noche nos traería. Cuando llegó la hora bajé de mi casa y Pequeña no me hizo esperar. Estaba allí de pie, con un vestido de china ajustado que me llevo sólo dos segundos imaginar como se lo quitaría. Se acercó y me beso entre los labios y la cara, dejando sus ojos clavados en los míos al retirar la cara, con esa mirada que me pide que le muerda el cuello, pero todavía no. Nos fuimos a tomar una copa y antes del segundo trago me besó. Jugaba al enredos con su lengua dentro de mi boca, y casi como sin querer, pero con la intención de quien sabe que solo tiene que abrir la puerta, pasó sus dedos por mi pantalón y me sonrió mordiéndose el labio cuando se dio cuenta de que mi polla estaba dura. Seguimos la noche de bar en bar, de copa en copa, de beso en beso y de pararnos en las esquinas para tocarnos en meterle la mano debajo de las bragas para notar su humedad. Después de demasiadas copas perdimos la conciencia de la privacidad, nos olvidamos de que la ciudad estaba llena de espectadores deseosos de función, y nos perdimos en una marea de besos en los que las lenguas se confundían y las manos no daban a tocar todo lo que querían. Nos faltaban solo dos minutos para llegar a casa pero estabamos tan excitados que no buscabamos comodidad. Un portal que se ocultaba nada de la calle, nos parecío el lugar idoneo para iniciar lo que queríamos hacer. Pequeña se agachó, su vestido estaba por la cintura y su tanga hacía tiempo que descansaba en mi bolsillo. Agarró mi polla y se la metió en la boca de golpe, yo me estiré echando la cabeza hacia atrás y le agarre el pelo obligándole a comersela entera. Con una mano agarraba la base de mi polla y con la otra acariciaba su coño deseoso de placer. Antes de correrme le tiré del pelo para levantarla. No quería acabar ya. Mi mano susutituyó a la suya. La abracé por la espalda y le mordí el cuello casi haciéndole daño, ella me llevo las manos a donde necesitaba y gemía pidiendome que la follara, me decía que no aguantaba más, quería sentir mi polla dentro de ella. Ante las miradas de varios hijos de Onan, que hacía tiempo que nos animaban a seguir por la calidad del espectáculo la levanté, agarrando sus nalgas con fuerzay la penetré despacío mientras Pequeña ahogaba un grito de placer. En cada empujón, en cada caricia aumentaba el deseo y el placer, llegamos a gritar tan fuerte que la gente se asomaba a las ventanas, pero nosotros estabamos pedidos en ese mundo de dos habitantes en el que las reglas no existen. Me dijo al oído: "Mitxi, fóllame como a una puta"; yo le respondí:"eres mi puta, Pequeña"... y la coversación siguió a gritos entre gemidos de placer. El último grito fue un simultaneo "me corro" que se desvaneció en un abrazo para no escapar nunca más a esta dicha. Despacío y no antes de que nuestros seguidores se disipasen, nos revestimos sin para de besarnos y nos dirijimos a casa. Pequeña me dijo que quería dormir y follar al día siguiente hasta caer muertos de cansancio. Yo le dije: "te quiero"...........

jueves, 4 de diciembre de 2008

Pequeña piedra de color papel. Se ha alojado en un rincón oscuro de mi corazón y no puedo llegar a ella. Me afecta cuando me río, me produce un pequeño pinchazo y me tengo que encoger. Los médicos no la ven, pero yo la siento dentro de mi desde hace mucho tiempo, desde el día en que dejé de pensar sólo en mi, desde la noche en que añoré esa compañía.

miércoles, 3 de diciembre de 2008


Se acercó mientras la miraba. Yo no quería que se sintiera incómoda y me daba pena pensar en como pasaría los próximos días. Ser diferente trae muchos problemas que no se pueden solventar con una sonrisa, ni con el buen hacer, en ocasiones ni lo soluciona el sexo fácil. A pesar de todo siguió andando entre la gente, con la frente por encima del pelo y las manos con lo puños apretados, con los hombros hacia atrás y el pecho en pie de guerra. Desprendía el orgullo del que se sabe diferente y el dolor de quien tienen que recompensar por ello. La gente se guardaba de ella, la miraban con el miedo del que se siente culpable, con la verguenza del que se sabe responsable. Mi corazón se debatía entre la pena, el enamoramiento espontaneo, el calor y la sonrisa, el resplandor mientras llueve y la sentencia del ignorante. Aún no lo tiene claro.

martes, 2 de diciembre de 2008


EL mar se desperto esa mañana apurado, queriendo llegar pronto a la noche, como escapando de las horas de sol. Al parecer tenía una cita y estaba ansioso. Le preocupaba lo que pudiera deparar. A media mañana no paraba de preguntar si podía irse ya, y las olas le preguntaron si había perdido la cabeza, "¿qué hacemos si no nos agitas?". El sol llegó a su cenit y sus rayos se veían entre muchas nubes, pero el mar apesadumbrado rezaba por que se se cansase pronto de ese día. Las gaviotas y los cormoranes ni si quiera se atrevían bucear para pescar, por que temían que el mar se fuese antes de que les diese tiempo a salir a la superficie. La superficie, ella si que estaba confundidad, después de tanto tiempo juntos, no sabía a que atenerse. La oscuridad llegó por fin en ese día, el mar se alegró y se fue con su cita. Al día siguiente el mar le dijo a una foca que no había sido para tanto...........